Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSIKDEI)
El concierto de la UPM, dentro de su ciclo sinfónico, fue de asistencia obligada para todos los amantes de la música.
En el programa:
Preludio sinfónico, sc32 de Puccini
Y las obras de Tchaikovsky
Concierto para violín numero 1 en re mayor op. 35
Gran obertura 1812 op. 49
El solista al violín Pep Amengual demostró ser un artista preparado, con calidades extraordinarias, luciendo primorosa y riquísima técnica, plural variedad de matices y personalidad arrolladora.
Se lució plenamente abordando detalles que avalan su clase. Libertades en el uso de la forma y el color que se integran perfectamente en el conjunto.
El director Xisco Amengual guió con brillantez, precisión y firmeza admirables. Materializa lo que sugiere con rapidez y precisión. Su brillante dirección hizo que la música fluyese con vivacidad.
La Orquesta de de la Universidad de las Islas Baleares tocó muy bien.
Las distintas familias orquestales: cuerdas, metal, percusión, viento, madera estuvieron perfectamente niveladas.
Delicada, cuidando los detalles.
La orquesta se lució plenamente.
Desprendió contagiosa fuerza, plena y poderosa.
Plena de belleza, trasmitiendo emociones físicas.
No puede sorprender a nadie la clase magnífica de la orquesta.
Modelos de quietud, atención, respeto y disciplina.
Medida justa de virtuosismo y sentimiento.
Segura y firme.
Sólida de sonido y técnica.
Sonó con noble calidad, sólida, brillante.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, montar y ver este concierto.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
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