Y LA VIDA SIGUE

© (Copyright) del texto EDUARDO JÁUDENES DE SALAZAR

Y LA VIDA SIGUE. CUENTO MUY REAL SIN NINGUNA BASE REAL QUE PUDO SER REAL, O NO

Es sábado. Poco más o menos son las 14 horas. Nos encontramos en La Casa de Toñín, taberna restaurante situada en la calle Asilvestrado 57 de Madrid. El establecimiento esta a rebosar, si cayera una aguja no llegaría al suelo, quedaría prendada en algún pantalón o falda. Hay gente de todas las edades, aunque lo que más predomina son jóvenes, especialmente estudiantes de Universidad. La gente se divierte alegremente, charla, ríe, hay ganas de comer y vivir.

Las viandas circulan de uno a otro lado, encima de las mesas, de la barra, en las manos de clientes y camareros. Gambas a la plancha y al ajillo; calamares; chipirones; trigueros, magníficos; croquetas de gambas, deliciosas; Patatas Bravas, ricas, ricas; Huevos con patatas y jamón, inolvidables; Rabo de toro, inmejorable; tocino de cielo, correcto; Helado de Violetas, original y cuidado. Todo ello regado con: Vino blanco de la variedad airén, DO Mancha; Vino Tinto variedad tempranillo DO Mancha; cañas muy bien tiradas y refrescos.

Entran dos personas nuevas, jóvenes y bellas, una pareja, ella, que habla sin parar, se llama Elisa, pelo largo, joven y guapa; él responde a Heliodoro, aunque le llaman Eli, escucha con resignación, lleva cara de estar sediento, como si necesitase beber algo con urgencia.

Tienen suerte y nada mas llegar, al lado de la puerta, otros jóvenes se van y pueden acceder a primera línea de barra.

El camarero Pepe los aborda con celeridad y profesionalidad típica del local:

-¿Qué van a tomar?

Heliodoro: Yo un blanco airén de La Mancha, bien frío. Llevo la lengua colgando. Estoy muerto de sed.

Pepe: (a Elisa) ¿Que va a ser?

-Ingeniero si me dejan (contesta Elisa, que sigue hablando a Heliodoro) La muy cernícola se compro unas braguitas Belcor rosa igualitas que las mías. Y claro no vamos a ir las dos con las mismas. Así que me fui a casa a cambiármelas – al camarero- Para mi otro blanquito bien fresco.

El camarero grita.

-Marchando dos airén de La Mancha.

Otro camarero Juan, saca dos copas y las llena de un bien vino blanco de La Mancha y se las da a Pepe que al poner las bebidas en la barra se percata que Elisa habla sola, su compañero Heliodoro no esta.

-Habla sola, su compañero ha desaparecido –advierte Pepe.

Jesús, un tercer camarero que pasa por detrás para servir a las mesas del fondo, descubre:

-Se le ha caído al suelo el amigo. – intenta reincorporarle, pero pesa demasiado, no puede, esta sin conocimiento.

Elisa con visible enojo:

-Con tal de no escucharme eres capaz de todo.

Jesús sigue intentando reincorporarle. Le da unas palmaditas en la cara, pero no reacciona.

-Muerto –dice Jesús.

Elisa da un grito. La gente ignorando lo ocurrido sigue hablando:

Elisa: Hay madre mía Heliodoro muerto. Hay madre mía que yo no había visto un muerto en la vida. Que nunca he visto muerto a un muerto Que nunca había visto a Heliodoro muerto.

Pepe: ¿Pero esta muerto o esta herido? ¿Cómo esta?

Elisa: Esta feísimo. (A Heliodoro) Si te vieras como estas de feo te levantarías enseguida.

Pepe: (A Jesús) Llama al jefe, pregúntale que hacemos.

Jesús sale del local para poder hablar, con su móvil, sin ser atronado por el ruido de la gente hablando.

-Jefe, hay un hombre que parece muerto. ¿Que hacemos? (pregunta Jesús al dueño de La Casa de Toñín, que para hacer honor al nombre del local, se llama Daniel).

Daniel: Pregunta si hay un medico en la sala.

Jesús: ¿Corto el servicio o continuo como si tal cosa?

Daniel: Continua el servicio, a lo mejor solo es un mareo. Voy enseguida para allá.

Jesús entra en el local y grita:

-¿Hay un medico en la sala?

Un chico joven y con gafas, Iñigo, levanta la mano.

-Yo. Estudio segundo de veterinaria.

Jesús: ¿puedes decirme si este muerto esta muerto?

Iñigo: Es probable pero no seguro (se acerca a Heliodoro, agachándose, se quita las gafas, se las pone en la boca y comprueba que no hay bao alguno).

Jesús: Muerto.

Iñigo: No es seguro, puede estar cataléptico.

La gente más cercana mira lo que ocurre, pero la mayoría sigue hablando como si tal cosa.

Se acerca una chica con nombre de Anís del Mono sin Anís, se llama Mona, pero no hace honor a su nombre, es más bien feúcha.

Mona: Soy puericultora. Este individuo no esta muerto (asevera sin pestañear).

Jesús: ¿Cómo lo sabes?

Mona: Muy sencillo. Lleva los calcetines negros. Nadie con calcetines negros tiene el mal gusto de morirse en público a (mira el reloj) las catorce y diez.

Entra Daniel, el propietario de La Casa de Toñín.

Jesús: Jefe, no hemos aclarado nada. Yo creo que esta muerto.

Daniel se agacha, le toma el brazo y mira el pulso.

Daniel: Yo creo que puede tener algo de pulso. Voy a llamar a una ambulancia.

Daniel sale a la puerta del local y marca en el móvil el 010.

Daniel: Me puede mandar una ambulancia.

Voz del 010: ¿Dónde esta el enfermo?

Daniel: En Asilvestrado 57 de Madrid.

Voz del 010: ¿En la calle o en interior?

Daniel: En interior.

Voz del 010: No lo podemos atender nosotros llama a la Seguridad Social 012.

Daniel: Pero el hombre necesita atención urgente.

Voz del 010: Nosotros somos el Ayuntamiento, solo atendemos enfermos en la calle, si esta en interior lo atiende la Seguridad Social que depende da la Comunidad de Madrid.

Daniel: No pueden llamar ustedes.

Voz del 010: No.

Daniel corta y llama al 012.

Voz 012: ¿Qué desea?

Daniel: Pueden enviar una ambulancia a La Casa de Toñín.

Voz del 012: ¿Dónde vive Toñin?

Daniel: La Casa de Toñin es una taberna restaurante.

Voz del 012: Pues un restaurante no es el lugar más adecuado para vivir Toñín.

¿Vive entonces en la calle? ¿Mendigo?

Daniel: No.

Voz del 012: Si vive en la calle es competente el 010 no podemos atenderle nosotros.

Daniel: La Casa de Toñín es un restaurante donde esta el cadáver.

Voz del 012: Cadáver. Llame a la policía 091.

Daniel: No sabemos si esta muerto.

Voz del 012: Entonces esta bien. ¿Para que quiere una ambulancia?

Daniel: Yo soy el propietario de La Casa de Toñín.

Voz del 012: Es el casero entonces.

Daniel: Mándenos, lo antes posible, una ambulancia a la calle Asilvestrado 57 de Madrid.

Voz del 012: Nombre y DNI.

Daniel: Daniel Wonderstburger.

Voz del 012: ¿Como dice?

Daniel: Daniel Wonderstburger.

Voz del 012: No le oigo bien. Deletree.

Daniel: uve doble, o, ene, de, e, erre, ese, te, be, u, erre, ge, erre.

Voz del 012: Repito: jota, ese, hachee, ce, ceta, ese, efe, g, i…

Daniel: Que mala puntería tiene: ni una, no ha dado ni una.

Voz del 012: ¿Cómo dice?

Daniel: Es correcto el nombre (ya desesperado).

Voz 012: ¿Numero de DNI?

Daniel: 007543298

Voz 021: Repito 826374916.

Daniel: Eso es, como si fuera su DNI.

Voz 021: Letra.

Daniel: Uve.

Voz 021: Efe.

Daniel: Si. Vengan cuanto antes Asilvestrado 57, Madrid. Restaurante La Casa de Toñín.

Voz 021: En seguida llegara la ambulancia.

Daniel cuelga, va a entrar en el restaurante y suena ya una ambulancia. Al rato aparece una chica muy nerviosa, bajita, con gafas, delgadísima, casi transparente. Y dos maromos altos y gordos con típico traje de enfermero.

Puri Fagündez la doctora medico del 012 esta hablando como para si misma.

Puri: Mi primer caso, estoy como un flan. ¡Que me pasa! Tranquilízate Puri, tranquilízate.

Daniel: ¿Quiere un vaso de agua?

Puri: Si, si. Me vendría bien. Como es mi primera salida.

Daniel a Pepe: Dame un vaso de agua.

Pepe echa un liquido trsnsparente de una botella en un vaso y se lo da a la doctora.

La doctora se bebe el contenido del vaso de un sorbo y escupe el líquido.

Puri: Que es esto.

Pepe mira la botella y pone Orujo de Galicia.

Pepe: Es Orujo blanco.

Puri: Soy alérgica al alcohol (se pone color verde, se le hincha la cara No puede respirar).

Puri: Que me den algo. Que me den algo. Que si no me dan algo me va a dar algo. Urbason, Urbason Rápido. Una ambulancia. Una ambulancia.

Los camilleros salen del local y entran con una camilla. Montan a la doctora y se la llevan.

Daniel: Y mi muerto. Que pasa con mi desvaído.

Camillero 1: Es una urgencia se nos muere la doctora Fagündez.

Daniel: ¿Que hacemos?

Camillero 2: Llamen a la policía. Ese, (por Heliodoro,) ese la ha diñado.

Daniel: (Después de marcar 091) Quisiera que mandaran a alguien parece que hay un muerto.

Voz 091: ¿Parece?

Daniel: Hay un muerto (asevera).

Voz 091: Calle y número.

Daniel: Asilvestrado 57 taberna restaurante La Casa de Toñín, calle Asilvestrado 57, localidad Madrid. Dense prisa.

En el restaurante todos siguen a su aire. Nadie parece preocupado por lo que le ocurre a Heliodoro. Los camareros pasan por encima de Heliodoro.

Pepe a unos clientes que están al lado de Heliodoro y que acaban de entrar, colocándose justo al lado de el cuerpo inerte.

Pepe: ¿Que van a tomar?

Cliente: Cualquier cosa que no haya tomado este (por Heliodoro)

Pepe: Marchando dos cañas.

Entran dos individuos de muy mala pinta. Uno es gordo con la camisa por fuera, dientes podridos, barrigón esplotoso que se sale por la camisa y sólo permite cerrar los botones de arriba y zapatos suicísimos. El otro lleva el pelo teñido de rubio con vestimenta harapienta, parece un traficante de droga.

Poli 1: Soy de la secreta. (muestra su placa) ¿Que pasa aquí?

Pepe: Han entrado (por Heliodoro y Elisa) les serví un vino y él ha aparecido en el suelo.

Poli 2 al poli 1: Llama al forense.

El poli 2 llama. Tenemos un 07 manden una 345.

Sale el cocinero vestido con su gorrito y de blanco y al ver a Elisa.

Cocinero: Elisa. ¿Que haces aquí?

Elisa: Queríamos darte una sorpresa. Pero tu hermano, como siempre, ha montado el número

Cocinero: Donde esta Heliodoro.

Elisa señala al cuerpo en el suelo.

Cocinero: ¡Heliodoro!

Policía 2: ¿Conoce al espichado?

Cocinero: El espichado es mi hermano Heliodoro.

Policía 1: Le acompaño en el sentimiento. En cuanto venga el forense y levante acta, nos lo llevamos.

Cocinero: Por Dios mi hermano. Pobrecillo. Hay que hacerle un funeral.

El cocinero se mete en cocina y saca un mantel blanco que coloca sobre el cuerpo de Heliodoro, saca unas velas grandes y ayudado de sus tres compañeros del equipo de  cocina, también de blanco riguroso y con gorro de cocinero, colocan las cuatro velas alrededor del cuerpo de Heliodoro.

Elisa llora.

Cocinero: ¿Hay un sacerdote en la sala?

Seminarista: Yo. Todavía no pero casi. Estoy en el seminario.

Cocinero: ¿Puedes darle la extremaunción y rezar algo por el?

El seminarista asiente con la cabeza.

El policía 1 tira un disparo al aire cayendo mucho yeso de arriba, y todos callan. Se crea un silencio sepulcral.

Poli 2: Un minuto de silencio vamos a celebrar un funeral por el alma de Heliodoro.

Todos los presentes, por primera vez, adoptan una postura compungida y escuchan al seminarista.

Seminarista: (Después de darle la extremaunción) Hermanos, estamos aquí para despedir a nuestro amigo Heliodoro.

Elisa llora a moco tendido.

Seminarista: Heliodoro ha pasado a mejor vida y ha encontrado la vida eterna. Dios le tenga en su gloria. Todos, repitan conmigo: Amen.

Todos: Amen.

Llega por la puerta un señor bajito con barba, su aspecto es de espía ruso en la época de la guerra fría. Le acompañan dos camilleros, uno de ellos es muy alto y grande puede medir 2,19 de estatura, el otro es muy bajito 1,39, escuchumizado, lleva en la mano la camilla con mucha dificultad.

Abelardo: Soy el Forense (al policía 1 que lleva la pistola en la mano).

Policía 1: ¿Esta muerto?

El forense le toma el pulso a Heliodoro.

Forense: Muerto.

Los camilleros lo colocan sobre la camilla, con mucha dificultad pues al ser uno muy alto y el otro muy bajo resbala y cae al suelo hacia adelante al ir delante el bajito y atrás el alto, le cogen y vuelven a colocarlo sobre la camilla, esta vez el alto adelante y el bajo atrás, entonces cae para a tras de nuevo al suelo.

El cocinero que es más bien bajito le dice al camillero de su estatura:

-A ver si entre los dos podemos.

El camillero alto, muy indignado, refiriéndose al camillero bajito:

-Entro por enchufe. Eso no me lo quita nadie de la cabeza.

Cuando ponen en alto la camilla, ahora si, sin desequilibrios, pues el cocinero y el camillero son bajitos, Heliodoro da espasmos y se reincorpora quedando el tronco en horizontal.

Los policías sacan sus pistolas, apuntan a Heliodoro, van a disparar, pero Daniel, el propietario, empuja el brazo de el poli 1 hacia arriba y Jesús, el camarero, hace lo mismo con el del poli 2, dando, los disparos de ambos en el techo, cayendo mucho yeso de arriba.

Heliodoro: Y mi blanco airén de La Mancha. Que llevo la lengua colgando. Estoy muerto de sed (en tono inocente, como si no hubiera pasado nada) necesito ese vinito.

Juan, el camarero, le acerca la copa.

Heliodoro da un trago largo bebiéndose el contenido de la copa, con cara de felicidad.

Heliodoro: No hay nada mejor. Airén de La Mancha levanta a un muerto.

Mas reportajes, criticas y reseñas en

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.PIE-ARTEDEI.jpg
ARTEDEI
La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.PIE-ESCENA.jpg
ESCENA
La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.PIE-LIBRODEI.jpg
LIBRODEI
La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.PIE-MUSICAS.jpg
MUSICAS
La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.PIE-SYBARIS.jpg
SYBARIS
La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.PIE-VIAJESNEWS.jpg
VIAJESNEWS
La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.PIE-NEWSDEI.jpg
NEWSDEI
CREACION
SALUD&CIENCIA
La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es W.A.EXPRESION-EL-GRITO-MUNCH.jpg
EDUARDO JAUDENES DE SALAZAR PREGUTA SE EXPRESA…