Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de ESCENA)
SERGIO BERNAL presenta su primer proyecto en solitario, con coreografía propia, que es de asistencia obligada para todos los amantes de la danza y lo hace en el Centro Cultural del Conde Duque, dentro de los Veranos de la villa.
Su espectáculo es una obra maestra pues no le sobra ni le falta nada, ha adquirido su forma definitiva.
Además es perfecto y modélico, ya que cumple plenamente su función que es presentar la perfección de Sergio Bernal tanto en el ballet clásico, como en el flamenco, o la danza contemporánea y modélico pues debería servir de modelo a los que componen el repertorio de un espectáculo, ya que abre la puerta de los corazones a la emoción y arrebata el alma a los espectadores.
Un espectáculo vivo, dinámico y emocionante donde se aúnan con múltiples texturas, una pieza abierta a todo tipo de públicos por su riqueza musical, su belleza y su energía. Mostrando todos los lenguajes que han formado parte de la evolución del autor.
Posee luz y color y, lo que más me gusta, es la pasión, la alegría que desprende llena de energía, teniendo como columna vertebral la danza.
Flamenco, ballet clásico, danza contemporánea… todo tratado con criterios de innovación, portentosa técnica, plural variedad de matices y personalidad arrolladora.
Técnica al servicio del arte y no exento de pasión para mostrar la nueva esencia artística de Sergio Bernal.
Los bailarines se funden en el conjunto sin dejar de tener una presencia y protagonismo destacado.
Las obras musicales de Beyoncé, Vivaldi, El Cisne, Soleá por bulerías permiten lucirse al artista adecuadamente con su gran calidad.
Los movimientos de Sergio Bernal están henchidos de movimientos bellos, que encierran una gran armonía, y embellece el aire que los rodea, ensombreciendo todo lo que alrededor hay, brotando, sin saberlo, de gran poderío, unas veces poderosos y bellos movimientos, otras veces sutiles, gráciles, etéreos y delicados, tocando el cielo, con esa gracia infinita, que siempre perdurara, cuando nace de verdad, ese arte tan grande, que es la danza.
Sergio Bernal nos ofrece mucho más que un espectáculo, es arte fascinante. El espectáculo se convierte en arte cuando absorbe los sentidos del espectador y el arte en fascinante, cuando además de los sentidos absorbe su alma y eso solo se logra cuando se interpreta con amor.
Prevaleció en todo momento la estética y la buena danza, la belleza, la poesía, el virtuosismo y la emoción.
El éxito se obtiene cuando se abre la puerta de la emoción en los espectadores, se puede entrar por la puerta principal o la de servicio, cuando se llama sin avisar, se corre el riesgo de ser arrojado a la calle. Aquí la emoción estaba garantizada y avisada y entró por la puerta principal, la del corazón de los asistentes.
Todos los elementos de este espectáculo de Sergio Bernal permiten dejarnos llevar por la imaginación del autor, haciendo funcionar las neuronas espejo y creándose una comunicación entre la obra y los espectadores. Ese punto mágico de absorción del oyente que sólo las grandes interpretaciones consiguen, donde los espectadores se convierten en energía.
Un espectáculo de danza que no te puedes perder bajo ningún concepto.
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