Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSIKDEI)
La Orquesta Sinfónica de Madrid, bajo la diestra batuta de Pablo Heras-Casado, ha interpretado de forma impecable la dificil Sinfonía Nº 4 en Mi bemole de Anton Bruckner
Pablo Heras-Casado guió con brillantez, precisión y firmeza admirables. Materializa lo que sugiere con rapidez y precisión.
La Orquesta Sinfónica de Madrid tocó muy bien y la música fluyó con vivacidad.
Las distintas familias orquestales: cuerdas, metal, percusión, viento, madera estuvieron perfectamente niveladas.
Delicada, cuidando los detalles.
La orquesta se lució plenamente.
Desprendió contagiosa fuerza, plena y poderosa.
Plena de belleza, trasmitiendo emociones físicas.
No puede sorprender a nadie la clase magnífica de la orquesta.
Modelos de quietud, atención, respeto y disciplina.
Medida justa de virtuosismo y sentimiento.
Segura y firme.
Sólida de sonido y técnica.
Sonó con noble calidad, sólida, brillante.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, montar y ver este concierto.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
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