Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSICAS)
Real Conservatorio Superior de Música de Madrid ha organizado un concierto de asistencia obligada para todos los amantes de la música de calidad.
Orquesta Sinfónica “María Rodrigo” del RCSMM abordó, en este soberbio programa bajo la diestra batuta de Juan Luis Martínez, director que guió con brillantez, precisión y firmeza admirables, materializando lo que sugiere con rapidez y precisión, obras de:
Richard Strauss: Concierto para oboe y orquesta en Re Mayor
Raquel Pérez-Juana, oboe, es imposible verla sin adorarla es imposible escucharla sin admirarla.
Abordando detalles que avalan su clase. Libertades en el uso de la forma y el color que se integran perfectamente en el conjunto.
Es un artista preparado, con calidades extraordinarias, luciendo primorosa y riquísima técnica, plural variedad de matices y personalidad arrolladora.
Amanda Garrido Victorino con Saturna el vientre (estreno absoluto).
Amanda Garrido Victorino ha pergeñado una obra muy bien construida y orquestada.
Música del presente, experiencial y vivencial.
Amanda Garrido Victorino se presenta desnuda espiritualmente ante el público. No hay artista que no viva su presente. Por eso la compositora es siempre testigo de su época. Y objetiviza su espíritu en su obra.
Sara Permuy, voz, dueña del color en los fragmentos más sutiles y delicados, así como en los bellos y poderosos.
La obra permite lucirse a la artista adecuadamente con su gran calidad.
Héctor Berlioz: Sinfonía Fantástica
La Orquesta “María Rodrigo” del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid tocó muy bien y la música fluyó con vivacidad.
Las distintas familias orquestales: cuerdas, metal, percusión, viento, madera estuvieron perfectamente niveladas.
Delicada, cuidando los detalles.
La orquesta se lució plenamente.
Desprendió contagiosa fuerza, plena y poderosa.
Plena de belleza, trasmitiendo emociones físicas.
No puede sorprender a nadie la clase magnífica de la orquesta.
Modelos de quietud, atención, respeto y disciplina.
Medida justa de virtuosismo y sentimiento.
Segura y firme.
Sólida de sonido y técnica.
Sonó con noble calidad, sólida, brillante.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, montar y ver este concierto.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
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