Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSICAS)
El CONCIERTO DEL CICLO DE LA ORCAM. Sinfónico VII fue de asistencia obligada para todos los amantes de la música.
En el programa:
Serguéi Prokófiev
Sinfonía clásica en re mayor, op. 25
Arnold Schönberg
Noche transfigurada, op. 4
Ludwig van Beethoven
Concierto para violín y orquesta en re mayor, op. 61
Liza Ferschtman cubrió un doble cometido como SOLISTA Y DIRECTORA
Como solista demostró ser una artista preparada, con calidades extraordinarias, luciendo primorosa y riquísima técnica, plural variedad de matices y personalidad arrolladora.
Se lucieron plenamente abordando detalles que avalan su clase. Libertades en el uso de la forma y el color que se integran perfectamente en el conjunto.
Como directora guió con brillantez, precisión y firmeza admirables. Materializa lo que sugiere con rapidez y precisión.
La Orquesta de la Comunidad de Madrid tocó muy bien y la música fluyó con vivacidad.
Las distintas familias orquestales: cuerdas, metal, percusión, viento, madera estuvieron perfectamente niveladas.
Delicada, cuidando los detalles.
La orquesta se lució plenamente.
Desprendió contagiosa fuerza, plena y poderosa.
Plena de belleza, trasmitiendo emociones físicas.
No puede sorprender a nadie la clase magnífica de la orquesta.
Modelos de quietud, atención, respeto y disciplina.
Medida justa de virtuosismo y sentimiento.
Segura y firme.
Sólida de sonido y técnica.
Sonó con noble calidad, sólida, brillante.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
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