Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de LIBRODEI)
LETIZIA, UNA MUJER REAL es un libro de adquisición obligada para todos los amantes de la historia actual de España.
Muy bien ideado, documentado y escrito por Carmen Duerto.
Escritora de gran precisión, sensibilidad y oficio.
Impecablemente editado por HarperCollins.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, editar y leer este libro.
No puede faltar en ninguna biblioteca que se precie.
Carmen Duerto, que ha seguido a la reina Letizia con regularidad y ha obtenido muchísima información, analiza los dieciocho años que lleva formando parte de la familia real desde un punto de vista profesional y también personal.
Letizia Ortiz ha sido la pieza fundamental para dar continuidad al eslabón dinástico de la Corona en España. Esposa del actual rey y madre de la futura reina, su papel ha estado plagado de numerosos titulares, unos a favor y otros en contra.
Detrás de su imagen, siempre en el punto de mira, se vislumbra una mujer de hoy, preocupada por los problemas del mundo y de su país, pero también por las situaciones más cotidianas, entre ellas, la áspera relación con su familia política, su obsesión por la perfección en la imagen, su recelo por preservar la intimidad…
Pero por encima de todo, Letizia es una madre siempre pendiente de sus hijas, una esposa confidente, volcada en los temas solidarios, que conoce muy de cerca lo que sucede en la calle y sigue manteniendo el olfato periodístico de su profesión. Y aunque no creció en un palacio ni junto a la nobleza hoy se ha convertido en una pieza clave del tablero de esta institución.
En estas páginas, Carmen Duerto, la conocida periodista que escribe sobre monarquías para tratar de entenderlas, hace un repaso de los dieciocho años que lleva en la familia real y nos descubre, coincidiendo con sus cincuenta cumpleaños, los aspectos más desconocidos y relevantes de la mujer que se esconde tras la Reina.
Carmen Duerto
«Nací en Madrid, pero podría ser malagueña, asturiana, gallega o vasca porque lo bueno de ser madrileña es que voy a cualquier lugar y me siento de allí. Es más, en mi casa están hartos de mis búsquedas inmobiliarias por los rincones de España, porque allí donde voy me quiero comprar una casa y vivir allí. Otras de mis manías son la jardinería y el campo, por eso viajo en coche para llenarlo de “tesoros” que enriquecen mi otra pasión y vocación, el periodismo, que es mi profesión desde los veinte años.
Entré en la facultad de Ciencias de la Información en la Complutense madrileña como trampolín para pedir trabajo de becaria en un periódico, no tenía familia en el gremio y soy de la generación del baby boom. Fue difícil entrar. A mí la carrera me aburría soberanamente, pero al ser delegada de curso organizaba excursiones para ver a nuestros compañeros de facultad que tenían grupos de música, en los ochenta había mucho movimiento. Eso estuvo bien. Y también la experiencia universitaria que he ido completando, como diría Letizia, con vocación de aprender.
Hace más de dos décadas comencé a interesarme por las monarquías, de ahí que haya escrito mucho sobre ello e incluso la biografía de la infanta Elena. En los últimos años, el aparecer en programas de televisión generalistas, ha dado una proyección mayor a mi trabajo. No me avergüenza reconocerlo, no soy de las que camuflan las revistas del corazón entre los libros de historia aunque haya participado en muchos medios de comunicación de mucho prestigio, aunque de poca audiencia. Sé a qué me enfrento y, a estas alturas de la vida, qué bello es vivir».
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