Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSIKDEI)

Dentro del ciclo sinfónico de la UPM pudimos escuchar: La Pasión según San Juan de Johann Sebastián Bach es un oratorio impactante, que retrata la agonía, la muerte y la resurrección de Jesús con recitativos llenos de dramatismo y arias y coros sumamente expresivos.
Es la más antigua de las Pasiones de Bach que se conservan. Fue escrita durante su primer año como director de música sacra en Leipzig y se estrenó el 7 de abril de 1724, en las Vísperas del Viernes Santo en la Iglesia de San Nicolás.
Comparada con la Pasión según San Mateo, la Pasión según San Juan ha sido descrita como más extravagante, con una inmediatez expresiva, a veces más desenfrenada y menos «acabada».
Está dividida en dos partes de distintas proporciones: la primera, de unos treinta y cinco minutos de duración, y la segunda de aproximadamente setenta y cinco minutos, en una obra que se acerca a las dos horas de duración total.
La primera parte inicia con un prólogo a cargo de la orquesta y el coro en el que,a través del texto, se anticipa, el tema de la pasión. Inmediatamente después del prólogo coral, inicia la narración el evangelista con el arresto de Jesús y su traslado ante Anás, culminando con la triple negación de Pedro y el canto del gallo.
La segunda parte aborda extensamente el juicio, los intentos de Pilatos para liberarlo y la insistencia de la turba para condenarlo, así como su traslado al Gólgota en donde se desarrollan la Crucifixión, la muerte y el entierro de Jesús
Bajo la dirección del maestro Javier Corcuera Martínez, que guió con brillantez, precisión y firmeza admirables. Materializa lo que sugiere con rapidez y precisión.
La historia de la Pasión de Cristo fue narrada por el Coro de la Universidad Politécnica de Madrid que cantó y vivió la obra con pasión junto con los soistas: Eva Marco (soprano), Marina Pardo (contralto), Francisco Díaz-Carrillo (tenor) y Víctor Cruz (barítono). Completando el elenco vocal, contaremos con la participación de cuatro miembros del Coro UPM : Emilio Gómez (barítono) – Pilato; Manuel Segado (bajo) -Pedro; Laura Galán (soprano) – sirvienta y Julián Santander (tenor) – sirviente, que demostráron ser artistas preparados, con calidades extraordinarias, luciendo primorosa y riquísima técnica, plural variedad de matices y personalidad arrolladora.
Se lucieron plenamente abordando detalles que avalan su clase. Libertades en el uso de la forma y el color que se integran perfectamente en el conjunto.
La Orquesta Filarmónica Española nos acercó a esta obra maestra que te sumerge en la intensidad emocional y la grandeza del Barroco y tocó muy bien, la música fluyó con vivacidad.
Las distintas familias orquestales: cuerdas, metal, percusión, viento, madera estuvieron perfectamente niveladas.
Delicada, cuidando los detalles.
La orquesta se lució plenamente.
Desprendió contagiosa fuerza, plena y poderosa.
Plena de belleza, trasmitiendo emociones físicas.
No puede sorprender a nadie la clase magnífica de la orquesta.
Modelos de quietud, atención, respeto y disciplina.
Medida justa de virtuosismo y sentimiento.
Segura y firme.
Sólida de sonido y técnica.
Sonó con noble calidad, sólida, brillante.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, montar y ver este concierto.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
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