Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSIKDEI)
Pudimos escuchar a la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid en un programa muy interesante:
Ralph Vaughan Williams. Concerto Grosso para orquesta de cuerda +
Edward Grieg. Peer Gynt (selección) (1875)
+ Primera vez JORCAM
Las leyendas de héroes viajeros como Gilgamesh, Ulises o Simbad el marino nos remiten a la noche de los tiempos, a la vez que han pervivido en el folclore a través de figuras como Sadko o el noruego Peer Gynt, inspirador del drama homónimo de Henryk Ibsen publicado en 1867. En un viaje fantástico que es a la vez una huída de sí mismo y una búsqueda de su propia identidad, el joven Peer Gynt se enfrenta a los trolls y al mismo demonio, recorre el norte de África desde las costas de Marruecos hasta las ruinas del antiguo Egipto y sobrevive a una tormenta en alta mar antes de regresar, exhausto y derrotado, a los brazos de Solveig, su eterna enamorada.
La partitura compuesta en 1875 por Edvard Grieg para el estreno de esta obra teatral representa a la vez la cima del nacionalismo musical noruego del siglo XIX y su muestra más universal, con algunos de sus números –«La mañana» y «En la gruta del rey de la montaña», entre otros– sólidamente instalados en la cultura popular. Aunque la obra de Grieg es conocida principalmente a través de las ocho piezas que conforman las dos suites de concierto ensambladas en las décadas posteriores, la edición completa realizada a la muerte del compositor incorporó 18 números adicionales –entre canciones, danzas, coros y números de acción– que amplían notablemente su paleta dramática y musical, hasta convertirla en una experiencia musical de intensidad casi operística.
El CONCIERTO III / CICLO SINFONICO DE LA ORCAM fue de asistencia obligada para todos los amantes de la música.
Rubén Gimeno, director, guió con brillantez, precisión y firmeza admirables. Materializa lo que sugiere con rapidez y precisión.
La Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid tocó muy bien y la música fluyó con vivacidad.
Las distintas familias orquestales: cuerdas, metal, percusión, viento, madera estuvieron perfectamente niveladas.
Delicada, cuidando los detalles.
La orquesta se lució plenamente.
Desprendió contagiosa fuerza, plena y poderosa.
Plena de belleza, trasmitiendo emociones físicas.
No puede sorprender a nadie la clase magnífica de la orquesta.
Modelos de quietud, atención, respeto y disciplina.
Medida justa de virtuosismo y sentimiento.
Segura y firme.
Sólida de sonido y técnica.
Sonó con noble calidad, sólida, brillante.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, montar y ver este concierto.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
Mas reportajes, criticas y reseñas en