© Eduardo Jáudenes de Salazar (Critico de arte y CEO de ARTEDEI)
La noche del 16 de noviembre de 2023, AGUSTIN IBARROLA se levantó de la cama en su caserío del valle de Oma, para hacer su habitual meada nocturna, calló al suelo, con el avisador que tenía al efecto, le asistieron y vieron que se había roto la cadera, en ambulancia le llevaron en seguida al Hospital de Galdakano, poco antes de ser intervenido de urgencia, el día 17, justo el día antes de inaugurar una muestra en el Museo de Arte e Historia de Durango con medio centenar de obras, transformó su energía, tenía 93 años, como decía con sumo acierto Antoine Lavoisier en el siglo XVIII y aún siendo cierta, en cada transformación se produce una degradación de la misma que la hace menos útil para el aprovechamiento en nuestro beneficio, por lo que necesitamos generar energía constantemente. La ley de la conservación de la energía establece que la energía no puede crearse ni destruirse, sólo convertirse de una forma de energía a otra. Esto significa que un sistema siempre tiene la misma cantidad de energía, a menos que se añada desde el exterior.
Como el artista objetiviza su espíritu en las obras que realiza, el espíritu de AGUSTIN IBARROLA esta en todas y cada una de sus obras.
El arte es por definición lo artificial, lo realizado por el hombre, arte viene de artificial contrario a lo natural, cunado el pintor refleja en su lienzo la naturaleza, debe hacerlo de forma clara y precisa para que se note que no es natural sino artificial.
Para Ibarrola el arte esra una forma de vida.
Platón expresa el carácter mimético imitador de la naturaleza de éste, mostrandose a través de la representación y reproducción; las cuales a su vez, se ajustan alas proporciones del original. Pero cuando Ibarrola pinta árboles no dice que está haciendo pintura o escultura u otra cosa; dice que es un tratamiento espacial en un espacio físico tridimensional con relaciones rítmicas bidimensionales. IBARROLA admitía que hay un pluralismo inmenso de significados dentro de ciertos principios válidos; unos principios podrán ser muy importantes y otros menos, según para quién.
Se emocionó Ibarrola cuando vio en el restaurante Lakasa situado en el madrileño barrio de Chamberí, regentado por Cesar Martín, el homenaje a su bosque del valle de Oma convertido en postre, con árboles transformados en bizcochos sobre fondo que era dulce de leche, postre compuesto por una mousse de dulce de leche, con unos troncos de choco y una bola de helado de tomillo y otra de romero, recomendamos vivamente que lo prueben pues con motivo del cambio de energía de Ibarrola, se reincorporó a la carta del restaurante.
Si hay algo que destacar en la personalidad de Ibarrola es que era una buena persona, sensible y caritativa. Lo demuestra en sus grabados. Únicamente cobraba las tintas y el papel, por 100 o 150 pesetas podías comprarlos. También cuando Ibarrola sostiene que primero la ética y luego quizás, la estética. Ibarrola hizo, durante toda su vida, lo que le apetecía.
Santiago Amón sitúa la figura de Ibarrola de los 60 a medio camino entre la tradición bilbaína heredada de Aurelioano Arteta y la tradición europea, simbolizada por el escultor Boudelle. Doble dimensión bilbaína y europea
En los 70 Ibarrola expone grabados en la escuela de Capacitación social de trabajadores de Madrid José Moreno Galván, el prestigioso crítico, destaca la ética de Ibarrola.
En los 80, Ibarrola se inclina por la ética antes que por la estética en su pintura social.
En los 90 Miguel Zugaza nos revela que expuso en diversos países iberoamericanos y reivindica una escultura por la paz en Bagdad. Recibe el premio Abril Martorell en reconocimiento de sus valores: tolerancia, dialogo y defensa de las libertades.
En los dos mil por iniciativa de Gerard Mortier Ibarrola levanta en la travesía de ferrocarril en la cima de la montaña de escoria de carbón Halde Haniel, en la cuenca del Ruhr en Alemania.
En el 2015 se inauguró la instalación de piedras pintadas por Ibarrola en Garoza, provincia de Ávila.
En 2020-21 expone durante 8 meses “Agustín Ibarrola, naturalmente” en la sala Rekalde de Bilbao, en conmemoración de sus 90 cumpleaños muestra que profundiza en la relación de Ibarrola con la naturaleza a lo largo de toda su producción artística.
En 2023 en el Museo de Arte e Historia de Durango con medio centenar de obras realiza su última exposición a la que no puede ir, pues cambia de energía el día antes de su inauguración, teniéndose que posponer unos pocos días.
Juan Ángel Vela del Campo, el genial critico musical y musicólogo, al que Ibarrola presentaba como “Mi casero en Madrid”, pues siempre que venía a Madrid se hospedaba en una de las casas de su propiedad, que la policía, al estar amenazado por ETA, registraba hasta en los cuartos de baños, por si había algún explosivo.
Juan Ángel Vela viajó con Ibarrola por los Parques Nacionales de Estados Unidos durante 5 semanas. Ángel nos cuenta que nunca le había visto disfrutar tanto a Ibarrola, iban en dos coches recorriendo parques, en una ocasión, dentro de un parque nacional, había un restaurante donde se ofrecía la mejor carne natural, y luego resultó ser un lupanar con restaurante servido por señoritas enseñando generosamente el pecho y desde el comedor se oían ruidos extraños que provenían de los reservados, en la carta se insinuaba carne natural más hecha y menos hecha.
Es curioso, nos comenta Juan Ángel Vela, que al principio estuvo perseguido Ibarrola por la Guardia Civil como comunista, pero luego estuvo amenazado por ETA. Se llegó a decir que cuando había una pelea, ahí estaba Ibarrola para recibir todos los golpes.
Ibarrola nos comenta Juan Ángel Vela tenía como principio el de la solidaridad, la generosidad, y la amistad, si alguien sufría o era maltratado, menospreciado o pasaba calamidades, a su lado siempre estaba Ibarrola. Llego a decir Ibarrola al respecto que la amistad y la solidaridad son la base del desarrollo progresista de la humanidad.
Nos comenta Juan Ángel Vela que cuando le daba a Ibarrola por el color, todo lo hacía con color, cuando buscando la luz se encontró con los bosques, ahí estaba Ibarrola con su escalera, elaborada a mano, sujetando los peldaños con cuerdas, a punto de romperse la crisma por el peligro que corría al caerse, era surrealista ver a un hombre subido en una escalera echa con troncos de arboles y cuerdas, pintando uno y otro árbol.
Tuvo periodos en que no salía de su caserío en el Valle de Oma, pero siempre se sintió libre, amenazado por ETA nunca puso en su caserío alambradas ni nada que impidiese el paso a sus posibles agresores.
Le encantaba escuchar reiteradamente los cuartetos de cuerda de Béla Bartók, también le entusiasmaba el barroco, asistiendo a la representación de Hércules de Haendel en Paría, junto a Mortier, y como no, le gustaba Murmullos del bosque de Sigfrido de Wagner, Tristán e Isolda…
Sus pintores favoritos eran: Murillo, si han oído bien, Murillo, pero también Albert Gleizes, Lucien de Maleville, Fernand Léger, Aurelio Arteta… Para Ibarrola venir a Madrid era ir al Prado y disfrutar de su excelsa pinacoteca.
Ahora este ejemplar homenaje a Ibarrola en Medinaceli DEARTE en el Palacio Ducal de Medinaceli, muestra impecablemente comisariada por GLORIA SOLAS y UXUE LASA, donde participan 12 escultores vascos + 14 internacionales.
GLORIA SOLAS, AGUSTIN SANZ, PABLO SIEBEL, HECTOR DELGADO, PAZ SANTOS, JACQUELINE BONACIC, ANTONIO SÁNCHEZ, TRINI ENERGICI, ANTONIO SOLER, ZAHIRA GONZALEZ, RAUL APAUSA, EVA PINA, SUSANA BART, LUISA ALDABURU, ANGEL NAVAS, NERY ADRIANA PRADENAS, JUAN CHILLIDA, JUANJO ABAURREA, PABLO ZURIARRAIN, VIRGINIA BOSCH, IÑAKI RUIZ DE EGINO, JOSU GOENGA, UXUE LASA, FERTXU y la participación extraordinaria de VENANCIO BLANCO.
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