Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSIKDEI)
El CONCIERTO I del CICLO LA FILARMÓNICA (Edición 12) fue de asistencia obligada para todos los amantes de la música.
La Filarmónica inauguró su ciclo de abono con casi 200 músicos en el escenario dirigidos por Nikolaj Szeps-Znaider y un concierto excepcional: la Novena Sinfonía de Beethoven, obra maestra de Beethoven que vino precedida por Blumine de Mahler y la interpretación del arreglo orquestal de una seleccion de los lieders de Strauss a cargo de la soprano lírica sueca Miah Persson. Da gusto escucharla. Hace disfrutar mucho al público oyéndola cantar, de muy amplio caudal, agradable y afectiva, extensa y bien proyectada, arriba en un agudo amplio y timbrado, exquisito.
Luego escuchamos la Sinfonía nº 9 en Re menor, op. 125, “Coral” de Ludwig van Beethoven, llamado en Bonn el Español por ser su abuela de origen español María Josefa Pol.
Sinfonía nº 9 en Re menor, op. 125, “Coral”
Los solistas
Miah Persson, soprano
Virginie Verrez, mezzo-soprano
Dovlet Nurgeldiyev, tenor
Gábor Bretz, bajo
magistrales en sus respectivas tesituras
El director Nikolaj Szeps-Znaider guió con brillantez, precisión y firmeza admirables.
El director materializa lo que sugiere con rapidez y precisión.
La Orquesta Nacional de Lyon tocó muy bien y la música fluyó con vivacidad.
Las distintas familias orquestales: cuerdas, metal, percusión, viento, madera estuvieron perfectamente niveladas.
Delicada, cuidando los detalles.
La orquesta se lució plenamente.
Desprendió contagiosa fuerza, plena y poderosa.
Plena de belleza, trasmitiendo emociones físicas.
No puede sorprender a nadie la clase magnífica de la orquesta.
Modelos de quietud, atención, respeto y disciplina.
Medida justa de virtuosismo y sentimiento.
Segura y firme.
Sólida de sonido y técnica.
Sonó con noble calidad, sólida, brillante.
El Orfeón Catalán canta y vive la obra con pasión.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, montar y ver este concierto.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
Ludwig van Beethoven era amante de todo lo español, de facto su única ópera Fidelio transcurre íntegramente en Sevilla. Reúne sus canciones con el nombre de Canciones Españoles. La casa en que muere se llama La casa del español negro, por habitar en ella unos monjes españoles que vestían de negro. Festeja con los estudiantes alemanes la victoria de España sobre Gran Bretaña. Lleva a sus sobrinos al Instituto Español de Viena…
Un soberbio comienzo del ciclo de La Filarmónica que promete un interés mantenido en su programación, pues el día 13 de diciembre continuará con otra obra maestra de la música El Mesías de Haendel, no se la pierdan bajo ningún concepto.
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