Eduardo Jaudenes de Salazar (CEO de ARTEDEI)
El Círculo de Bellas Artes presenta la exposición Retratos y otras ficciones, de Eduardo Momeñe una muestra de asistencia obligada para todos los amantes de la fotografía.
Impecablemente montada y comisariada no la puede dejar de ver, por su calidad, bajo ningún concepto.
Me cuanta Eduardo Momeñe que para fotografiar a Wim Wenders, el gran director de cine alemán, acudió a la ruede de prensa en los cines Alphaville y le dijo que si le acompañaba a su estudio a hacerle unas fotos le traería enseguida de regreso a los cines, ante el asombro de Eduardo, Wenders le contestó que sí, y pasaron tres horas en el estudio del fotógrafo haciéndole fotos y hablando del grupo The Kings, de los que ambos eran fervientes seguidores, llegando incluso Wenders ha hacer una película cuyo título era Dedicado a los Kings KINGS OF THE ROAD.
El Círculo de Bellas Artes ha presentado la muestra Retratos y otras Ficciones, del fotógrafo, cineasta y escritor Eduardo Momeñe. Centrada en su trabajo de estudio, la exposición recoge más de cuatro décadas (desde 1978 hasta 2023) de producción del fotógrafo bilbaíno. Este viaje por su obra explora las fronteras entre la realidad y la ficción, con el enfoque puesto en el retrato, la figura y la puesta en escena con las que dota a sus imágenes. Momeñe aborda la fotografía a través de miradas individuales, concentrándose en cada una de ellas de forma única y completa. Cada fotografía es un proyecto en sí mismo y la colección que podemos ver ahora es una reunión de esas obras independientes que en conjunto revelan un sentido y un diálogo constante.
“Eduardo Momeñe es una artista total”, ha subrayado el director del Círculo de Bellas Artes, Valerio Rocco, quien reconoce que “esta exposición tiene un significado muy especial nosotros; Eduardo ha sido profesor de nuestra escuela SUR y al igual que lo que tratamos de enseñarle a nuestros alumnos, estamos hablando de un artista multidisciplinar”.
“En esta muestra he recogido la faceta de mi trabajo en la que más tiempo he invertido y es la del trabajo de estudio. En ese espacio es en el que me he sentido más cómodo, me traslada a una burbuja”, ha destacado Momeñe en la presentación.
El estudio, “mi pequeño búnker”, como él lo llama, es para Momeñe una especie de no-lugar en el que cualquier imagen es posible. Es un espacio donde se aísla y el mundo a su alrededor desaparece. “Me gusta su silencio, nunca fotografío con música. Hay un dato que me parece curioso, y es el de comprobar que casi todas las fotografías, a lo largo de más de cuatro décadas, están hechas en los mismos metros cuadrados, una inquietante máquina del tiempo”, describe el fotógrafo. El estudio es el lugar elegido para los innumerables retratos (ente ellos los de Ouka-Leele y el Hortelano, o los de Miguel Bosé, Ágatha Ruiz de la Prada, John Berger, Carlos Saura, Luis de Pablo o Terenxi Moix), que Momeñe considera puestas en escena (como ocurre con las fotos posadas de modelos, músicos, deportistas o “estatuas vivientes”) en las que prevalecen el juego, la ambigüedad y la reflexión en torno a lo que es realidad y lo que es ficción.
Retratos y otras ficciones se propone como un relato fotográfico en el que las imágenes están acompañadas de textos y vídeos. Para Momeñe la fotografía es, en sí misma, una forma de ficción. Cada imagen captura una realidad escenificada, aunque para él no sea necesario contar una historia en cada una de ellas; el autor prefiere que las fotografía hablen por sí mismas, permitiendo al espectador construir su propia narrativa a partir de ellas.
Eduardo Momeñe vive la fotografía desde la enseñanza, el estudio del lenguaje y el “placer” de hacer fotografías. Es autor de la Visión Fotográfica, libro de referencia para introducirnos en la fotografía. Otros libros suyos son El Placer de Fotografiar, We were not There, Arts & Photographs y Las Fotografías de Burton Norton, que presentó en 2015 en el Círculo de Bellas Artes. Previamente, en 2013, Momeñe comisarió una exposición homónima en la que presentaba la narración fotográfica y textual de un viaje por el continente europeo que habrían llevado a cabo el desconocido Burton Norton, fotógrafo de Oxford, y su ayudante W.G. Jones, estudiante de literatura. La propuesta de Momeñe consistía en descontextualizar las imágenes para poner en cuestión la realidad de la fotografía. Otros proyectos le han llevado a embarcarse en la serie de televisión para la ETB La Puerta Abierta (1988-1990), un programa de divulgación cuyo título procede de una fotografía de W.H. Fox Talbot; o la revista Fotografías (1993-1994), que en sus doce números publicó obras de nombres entonces emergentes como Javier Arcenillas, Bleda y Rosa, Javier Campano, Carma Casulá o Isabel Muñoz.
Su primera individual la realizó en la Galería Nikon de Barcelona en 1974, año en el que publica un porfolio en Nueva Lente, la revista de fotografía más rompedora del momento. Desde entonces sus fotografías han sido expuestas en galerías e instituciones de diferentes países y forman parte de colecciones públicas y privadas. Desde su estudio en Madrid ha realizado fotografías de moda, ilustración y retrato para revistas como Vogue, Marie Claire, Elle, AD o Style.
La exposición que inaugura en el Círculo de Bellas Artes viene acompañada por un catálogo que cuenta con la introducción de Juan Manuel Bonet titulada “Una pequeña maquinación o dos o tres cosas que sé sobre Eduardo Momeñe”. Para Bonet “Momeñe son muchos Momeñes: es una sólida base intelectual y mucha ficción, son máscaras, es una galería de espejos, y es todo verdad, incluso cuando construye teatrillos, novelerías, juegos sin fin”.
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