Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de SYBARIS)
El restaurante cultura Commodore ha reabierto sus puertas en Madrid con una apuesta por la fusión de la gastronomía y la cultura y recuperando los premios Commodore.
El local donde se ubicaba el mítico Mayte Commmodore en el número 5 de la plaza de la República Argentina regresa así tras una renovación íntegra del establecimiento de la mano de Grupo Casa Remegio.
En total, 1.500 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, con tres ámbitos culturales y gastronómicos definidos, y con el acento puesto en distintas actividades en los ámbitos del cine, la narrativa, la poesía, el teatro, la música o el periodismo.
Juan Ramos, uno de los propietarios del grupo de restauración Grupo Casa Remigio, ha presentado este jueves el proyecto, acompañado del arquitecto y diseñador argentino Luis Galliussi, responsable de la nueva propuesta de interiores.
Además, se retomará la edición anual de los Premios Commodore, cuyas siete categorías se darán a conocer en una gran gala en la que se reconocerá la labor desarrollada por una destacada personalidad del mundo de la narrativa, la poesía, el teatro, la música, el cine y el periodismo, además de reconocer a un joven talento.
El edificio que acoge este restaurante fue diseñado en el año 1947 por el arquitecto Luis Gutiérrez Soto (1900-1977), diseñador de obras como el cine Callao, el cine Barceló, el bar Chicote, el Ministerio del Aire, el edificio Galerías Preciados de Callao o la Torre del Retiro.
El nuevo Commodore se ha adaptado renovando no solo el concepto sino también el interior de un espacio que aúna al concepto clásico un diseño «muy disruptivo, fresco, libre, bohemio y dinámico, muy vinculado a los nuevos estilos de vida».
Los principios sobre los que se sostiene Commodore son:
Excelente comida de la mano de su jefe de cocina Ernesto Diomar. Que refleja el cosmopolitismo de Madrid, la fusión entre los platos de su México natal, la impecable y variada materia prima española, bien tratada, que mantenga sus sabores y propiedades organolépticas.
Ernesto Diomar avala su calidad el haber obtenido el primer premio de stek-tartar en el Salón de Gourmets lleva un tabasco elaborado por el propio chef con guindilla chiltepin, vinagre de jerez, AOVE. También su stek-tartar lleva pepinillo, aceituna gordal, vinagre de mostaza antigua, cebolleta, huevo de codorniz crujiente con trufa, va dentro de una base rellena de puré de patata, quedando protegida la yema del huevo y al morderla estalla en la boca esparciendo sus aromas y sabores junto a los demás ingredientes.
Cócteles, cuya carta elaboró Francois Monti (Amarguería) para cada momento del día también para cada plato verbi gracia el legendario Solomillo al guisqui de Mayte Commodore con guisqui ahumado.
Acogedora decoración de la que es responsable Luis Galliussi, con toques ibicencos, aprovechando al máximo la luminosidad.
Que la gente se mueva dentro del local con 6 espacios diferentes: café, 2 terrazas, restaurante, discoteca, cócteles…
Eventos con 1.500 metros para acoger a 700 personas de pie y 400 sentadas.
Mas noticias, reportajes, criticas y reseñas en