Eduardo Jáudenes de Salazar (CEO de MUSIKDEI)
Ciclo Tiempo de cámara, de la ORCAM fue de asistencia obligada para todos los amantes de la música.
En el programa:
Antonio Vivaldi. Gloria, RV 589
Selección de villancicos
I. Veni, Veni, Emmanuel. (melodía francesa medieval, arr. Jan Ake Hillerud)
II. Psallite! & Verbum Caro (de las “Pie Cantiones”, arr. Jan Ake Hillerud)
III. Les anges dans nos campagnes (popular francesa de Navidad, arr. Manuel Oltra)
IV. Wie soll ich dich empfangen (“Oratorio de Navidad”). J. S. Bach
V. Falade ben baixo (villancico popular gallego, arr. Ernest Cervera)
VI. Da Pacem Domine. Arvo Pärt.
VII. Tan, tan, ya vienen los Reyes (arr. Cesar Geoffray)VIII. Hallelujah (“El Mesías”). G. F. Haendel
Los solistas del Coro de la Comunidad de Madrid demostráron ser artistas preparados, con calidades extraordinarias, luciendo primorosa y riquísima técnica, plural variedad de matices y personalidad arrolladora.
Se lucieron plenamente abordando detalles que avalan su clase. Libertades en el uso de la forma y el color que se integran perfectamente en el conjunto.
Coro de la Comunidad de Madrid canta y vive las obras.
Josep Vila i Casañas, director guió con brillantez, precisión y firmeza admirables. Materializa lo que sugiere con rapidez y precisión.
Conjunto instrumental de la ORCAM tocó muy bien y la música fluyó con vivacidad.
Delicada, cuidando los detalles.
Mereció la pena, sin lugar a dudas, montar y ver este concierto.
Un concierto que no te podías perder bajo ningún concepto.
La inmensa popularidad del Gloria en Re mayor de Vivaldi ha convertido esta obra en un «imprescindible» de toda agrupación coral que se precie, haciendo de su interpretación una especie de rito de paso. Compuesta para las figlie di coro (niñas del coro) del Ospedale della Pietà de la serenísima República de Venecia, la obra cayó en el olvido –como prácticamente toda la obra de su autor– antes incluso de su muerte, pero renació con fuerza –ya a escala planetaria– a partir de 1939. Este hospicio femenino veneciano tuvo el honor de contar con Vivaldi durante casi cuatro décadas como maestro de violín y ser destinatario de una inmensa cantidad de obras –tanto vocales como instrumentales– del célebre compositor. Pese a que tanto las religiosas como las internas del hospicio vivieron en un régimen estricto de clausura, hubo que esperar hasta los años 1970 para que se discuta la posibilidad –hoy comúnmente aceptada– de que esta obra fuera interpretada íntegramente por las mujeres acogidas por esta institución: y no nos referimos solo las partes orquestales, sino también a las de tenores y bajos (!).
El tono jubiloso que predomina a lo largo de los doce números de esta obra –que incluyen brillantes coros en estilo de concierto, fugas, arias, duetos y alguna que otra pieza cromática de fantasía– servirá de pórtico a las fiestas navideñas, cuya proximidad celebraremos con un repertorio a medida que quedará, por ahora, guardado bajo llave
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